El enjuague bucal es una solución alcoholizada con efecto desinfectante y muchas veces refrescante que al igual que el hilo dental suele usarse como auxiliar en la limpieza bucodental, normalmente suele usarse después del cepillado de dental con el propósito de eliminar las bacterias causantes de caries dental, halitosis, gingivitis, periodontitis, etc.
Usos del enjuague bucal.
Existen enjuagues fabricados para funciones específicas, de acuerdo a su composición se pueden encontrar enjuagues que se especializan para una o más de las siguientes funciones:
- Para la prevención de halitosis.
- Enjuague bucal con flúor que previenen la caries dental y optimizan la calcificación de los dientes.
- Para el tratamiento y prevención de neoplasias de la cavidad bucal.
- Para el control del tártaro.
- Para el tratamiento o prevención de enfermedades periodontales como gingivitis y periodontitis.
En el consultorio dental, el odontólogo suele emplear el enjuague bucal durante el procedimiento de la limpieza dental profesional.
Diferencia entre un enjuague bucal y un colutorio.
Erróneamente se utilizan los dos términos como sinónimos, aunque existe cierta similitud entre un colutorio y un enjuague bucal no son exactamente lo mismo. La principal diferencia se encuentra en la densidad, en la relación existente entre el alcohol y agua que contienen, y otras características de su composición química.
- El colutorio es una solución acuosa con mayor densidad que el enjuague bucal. Al ser más espeso, los dentistas suelen aplicarlo con un pincel por encima del esmalte de los dientes y las encías. Existen colutorios que pueden ser más fluidos y pueden ser utilizados como un enjuague bucal. El empaque del contenido indica que se trata de un colutorio. Puede haber preparados comerciales prefabricados o de fórmula magistral (fórmula o preparación destinada a un tratamiento específico para el paciente).
- El enjuague bucal siempre es muy fluido como el agua, y siempre se emplea para hacer buches y posteriormente escupirlo. El empaque del contenido indica que se trata de un enjuague. Normalmente su viene prefabricado para cumplir una o más funciones. También puede haber formulación magistral.
Composición del enjuague bucal.
Los enjuagues bucales habitualmente son sustancias acuosas alcoholizadas. La concentración de etanol empleada ronda entre el 4 y el 17% aunque también puede contener otros alcoholes en sus composición. Los alcoholes en el enjuague bucal suelen utilizarse como vehículo para otros ingredientes activos.
Otra sustancia activa más frecuente es el flúor gracias a su acción preventiva contra la caries dental.
Los enjuagues bucales también suelen contener otros ingredientes de efecto antiséptico como la clorhexidina, el cloruro de cetilpiridinio, la hexetidina y el triclosán. Uno de los aromas más utilizados en los enjuagues bucales es el mentol por la sensación de frescor que deja. Sin embargo, no se recomienda la utilización de mentol en concentraciones superiores al 2 %, ni su uso en productos cosméticos en productos destinados a niños menores de tres años.
Los enjuagues comerciales que contienen una gran cantidad de alcohol en su composición deben ser evitados, pues tienen un efecto irritante y deshidratante en la mucosa de las encías. En efecto, el alcohol es el responsable de la sensación de ardor característica al usar los mismos. Por tal motivo, se están lanzando al mercado enjuagues bucales libres de alcohol.
Uso del enjuague bucal.
El uso apropiado del enjuague bucal implica la limpieza de la boca con aproximadamente 20 ml dos o tres veces al día después del cepillado dental y después de haber usado el hilo dental. El enjuague ha de ser vigoroso y procurando gárgaras durante un minuto, hay que asegurarse que el líquido pase por cada zona, entre dientes, encía y demás mucosa bucal. Se recomienda no enjuagar la boca con agua después de escupir el enjuague, y nunca debe ser ingerido.
Dependiendo del fabricante del enjuague bucal, habrá casos en los que deba ser diluido en las proporciones que se indiquen en el envase.
Historia.
Anton van Leeuwenhoek a finales del siglo XVII descubrió los organismos microscópicos lo que lo convirtió en el padre de la microbiología. Leeuwenhoek en parte de sus observaciones vio microorganismos vivos en restos de alimento de los dientes a lo que hoy se le conoce como placa bacteriana. Leeuwenhoek experimentó con estos microorganismos añadiendoles vinagre y brandy, esto le permitió comprobar que estas sustancias mataban a estos seres microscópicos si se les exponía a esas sustancias por un cierto periodo de tiempo, tiempo que por si solo no era suficiente para eliminar la mayoría de los microorganismos de la boca.
Tiempo después Harald Loe demostró a finales del año 1960 que un compuesto llamado clorhexidina tenía una excelente acción desinfectante a nivel bucal y que podría ayudar a prevenir el desarrollo de placa dental . La razón de la eficacia de la clorhexidina es que se adhiere a la superficie dental, permaneciendo más horas en la boca.
Desde entonces el interés comercial por el enjuague ha sido intenso.