En odontología, un diagnóstico se refiere al resultado o resultados que se obtienen después de realizar una evaluación o análisis en un paciente.
El diagnóstico en odontología va principalmente enfocado a la evaluación de la cavidad oral con el propósito de identificar órganos dentales que deban ser restaurados, identificar enfermedades de los dientes o enfermedades de los tejidos bucales. El diagnóstico realizado por un odontólogo también puede orientarse hacia el análisis de la cabeza y del cuello.
Un buen diagnóstico depende de 2 factores importantes que se relacionan entre sí:
1.- La preparación del odontólogo para realizar el diagnóstico, y su experiencia para hacerlo.
2.- Disposición de las herramientas y medios de diagnóstico para una correcta interpretación.
El diagnóstico realizado en un consultorio dental generalmente se basa en:
– La Historia Clínica: en la historia clínica se anotan los antecedentes familiares y personales, estado general de salud, síntomas y evolución de los mismos, estado general de la boca, síntomas y signos de enfermedades buco-dentales, sensibilidad dental al frío y/o al calor, etc
– Inspección de la cavidad bucal, cabeza y cuello. palpación e inspección visual de las zonas
– Análisis radiográfico: radiografías periapicales, aletas de mordida, tele-radiografía y ortopantomografía, radiografía lateral de cráneo.
–Análisis de sangre: normalmente se solicitan al paciente al realizar algún procedimiento quirúrgico.
Una vez que el odontólogo obtiene la información que necesita de las anteriores herramientas de diagnóstico entonces puede dar el diagnóstico de la enfermedad buco-dental que padece el paciente, habrá veces en las que el diagnóstico no se limitará solo a enfermedades buco-dentales. El análisis diagnóstico realizado por los dentistas puede también ayudar en ocasiones a detectar en los pacientes enfermedades ajenas a la cavidad oral, así el paciente conoce su condición y puede acudir al especialista indicado que le dará un tratamiento ideal.