Un torus mandibular (rodete mandibular), es un crecimiento óseo anormal que se da en la superficie lingual la mandíbula, generalmente se presentan cerca de los premolares y sobre la ubicación de la unión del músculo milohioideo con la mandíbula. Los torus mandibulares pueden ser unilaterales o bilaterales.
Un torus mandibular no es canceroso ni dañino. Sin embargo, debido a que existen patologías médico-odontológicas graves que pueden causar abultamientos similares, es importante que un médico o dentista revise cualquier cambio en la boca y de ser necesario canalizar al paciente con el especialista indicado.
La prevalencia de los rodetes mandibulares va del 4% al 40% y son menos comunes que los torus palatinos. Los rodetes palatinos suelen presentarse con mayor frecuencia en personas asiáticas e inuits, y son más comunes en hombres.
Etiología del torus mandibular.
Se piensa que son varios los agentes causantes del desarrollo de los rodetes mandibulares. Estas anomalias oseas suelen desarrollarse a inicios de la etapa adulta y están se relacionan con el bruxismo y problemas de maloclusión. El tamaño de los torus mandibulares puede variar en el tiempo, y en ocasiones pueden ser tan grandes como para tocarse entre sí en la mitad de la línea media de la mandíbula en su parte lingual o cara interna. En consecuencia, se piensa que los rodetes mandibulares son el resultado de tensiones locales y no producto exclusivo de la genética.
Una nueva hipótesis embriológica ha sido propuesta y es objeto de estudio: la hipótesis explica que el origen del torus está relacionada con el desarrollo de la mandíbula y la osificación del cartílago del primer arco faríngeo o cartílago de Meckel.
Osificación del cartílago de Meckel.
Según un estudio: los cartílagos de Meckel presentan una osificación desde la zona situada en el folículo dentario del canino y del primer molar decidual (aproximadamente a la altura del agujero mentoniano) hasta la región ventral y media de la mandíbula en desarrollo, por debajo y detrás de los incisivos centrales temporales. La osificación de los cartílagos de Meckel coincide en el tiempo con la formación de la vena de Serres. El cartílago de Meckel presentaba una doble curva en el área del foramen mentoniano. Esta especial morfología del cartílago de Meckel coincidía con la formación de una expansión ósea en la cara interna de la mandíbula. En nuestra opinión correspondería al origen del torus mandibular. Esta prominencia se localizaba en la cavidad oral, ya que estaba situada craneal a la inserción del músculo milohioideo, estructura que la delimita del cuello.
Tratamiento.
Los rodetes mandibulares son de carácter benigno y normalmente que no requiere tratamiento. Aunque existe la posibilidad de que se forme una úlcera en la zona del rodete debido a un traumatismo. Los torus mandibulares también pueden dificultar la adaptación de prótesis removibles.
De ser necesaria la extracción del rodete, se puede realizar una cirugía para reducir el tamaño del hueso, pero el rodete podría llegar a formarse nuevamente mientras los dientes cercanos sigan recibiendo presión local.