El trauma oclusal es un término usado en odontología para hacer referencia a los daños que se producen en el periodonto cuando por algún motivo los dientes (trabajo dental mal ajustado o por la posición en dental) se encuentran en una oclusión traumática y sin ser tratados adecuadamente. Si la relación oclusal no está balanceada pueden aparecer síntomas de dolor, sensibilidad e incluso movilidad de los dientes, sin olvidarnos de la recesión gingival y lesiones del periodonto.
Cuando un traumatismo, enfermedad (como el bruxismo) o un trabajo dental mal ajustado alteran la oclusión de una persona sus dientes estarán dispuestos de forma diferente, alterando su posición normal. Si la forma en que los dientes contactan, perjudica la salud del periodonto se dice que existe trauma oclusal.
Para diagnosticar el trauma oclusal se evalúa la movilidad de los dientes, la presencia placa, la cantidad de soporte periodontal y se buscan signos radiológicos de oclusión traumática.
Existen dos tipos de trauma oclusal:
Trauma oclusal Primario: provocada por fuerzas oclusales excesivas sobre un diente o dientes con soporte periodontal normal.
Trauma oclusal Secundario: provocada por fuerzas oclusales normales o excesivas aplicadas sobre un diente o dientes con soporte periodontal reducido.
Tratamiento para el trauma oclusal.
La correcta restauración oclusal de a la dimensión vertical posterior puede reducir significativamente o eliminar los patrones de movilidad presentes en los dientes anteriores y por lo tanto dar lugar a estabilizarlos.
El uso de un guarda oclusal en pacientes bruxistas puede ser una opción para controlar las fuerzas oclusales.
En el caso de dientes que presenten retracción gingival y dependiendo del grado de movilidad y el desgaste dental podrían combinarse tratamientos periodontales y restauraciones con prótesis fija y/o removible.
